Lo he vuelto a hacer. He vuelto a caer en la tentación una vez más provocada por el aburrimiento y aunque tengo muchas otras cosas que hacer no he podido resistirlo. He vuelto a jugar a la PS2 después de tenerla criando polvo durante unos cuantos años (interrumpiéndose esporádicamente para rescatar del pasado algún que otro juego) Y no ha sido para volver a perderme en ningún Final Fantasy ni para volver a jugar a ningún plataformas o al Gitaroo Man. No. Alentado al mencionarlo en un post hace unos días quise volver a jugar al Kamtamari Damacy.
Para los que no lo conozcáis (que supongo que a estas alturas es poca gente ya que se trata de una pieza fundamental en el catalogo de lo bizarre de la PS2 y la PSP.) el Katamari Damacy es un juego raro donde los haya. La premisa es bien simple: tú encarnas a un Katamari, que no es otra cosa que una especie de duende con la cabeza de formas dinstintas según cómo sea (los hay altos, gordos, enanos, gigantes, etc..) y tu misión es ir a la tierra para reconstruir el Universo y el Mapa Celestial ya que (atención) tu padre es el mismo Universo y en una cagada celestial donde las haya, se lo cargó todo.
Hasta ahí simplemente parece una historia típica que se inventaría un japonés aburrido en su cuarto mientras mira anime. Pero va más allá. Sí, es una historia salida de la mente de un japonés (o un equipo de desarrolladores japonés) pero lo divertido y lo raro es la forma que tenemos de reconstruir las constelaciones: haciendo rodar una pelota que va creciendo en tamaño cada vez que pasamos sobre algún objeto. O persona. Cuanto más grande sea, mejor.
Esto es Katamari y aunque no es para jugarlo continuamente siempre consigue (como conmigo) animarte una de esas tardes en las que no pasa nada.
Foto │ Vida Extra
Best of Videojuegos de Mechas
Desde Japón y con cariño viene este gran género llamado Mechas. Basicamente se basa en la existencia de robots gigantes (al más puro estilo Power Rangers) en la trama. Un género que tantas series de animación ha dado, Neon Genesis Evangeion sería, a mi ver, el mayor exponente y que en el mundo de los videojuegos también tiene su influencia. Quizá el número de buenos títulos de Mechas sea menor que en el mundo de la animación, sin embargo, entre los pocos que hay existen algunos muy destacables. Hoy os traigo unos pocos a los que yo he jugado y merecen la pena darles una buena viciada.
Xenogears
Un juego de Squaresoft dificil y con un sistema de batalla por turnos muy curioso. Hace ya mucho tiempo que jugué a este título en la Play Station X. Los gráficos hace tiempo que se quedó gráficamente obsoleto, pero es un título que aportó al clásico sistema de batallas por turno de los juegos de rol unas batallas que están a medio camino del actual concepto de action-rpg. Una buena historia y un uso adecuado del 2D y el 3D que se realizaba en los comienzos de la Play Station X.
Zone of the Enders I
Aquí comienza mi saga favorita de Mechas. Actualmente es un lujo jugar a las versiones en HD que ha salido a la venta este mismo año para Play Station 3 donde se han sustituido las viejas animaciones en 3D por las animaciones cell-shading que tan impresionantes llegaron en el segundo título de la saga. Este primer título sirve de precuela para la gran obra que supondrá “The 2nd Runner”. Pocas horas de juego en un título con un gran argumento y que estrena este grandioso sistema de batalla de frenética acción que caracteriza a la saga.
Zone of the Enders II: The 2nd Runner
Años después de lo ocurrido en el primer Z.O.E. tiene lugar este título. Un argumento sorprendente y con una duración muchísimo mayor a la primera entrega y con una ampliación y mejora del sistema de batalla. El argumento, de dimensiones apocalípticas tiene momentos muy épicos que complace a los más exigentes. La acción y la variedad de pantallas y dinámicas de juego también mejora, dando de mayor dinamismo y manteniendo el entretenimiento hasta el último momento.
Se que me dejo títulos como el Gundam Seed, el Front Mission o el MechWarrior, la razón es que no los he probado. Espero que los que no hayáis probado todavía estos juegos les deis una buena jugada.
Una panda de juegos frikis
Ha habido tres juegos en mi vida que me han influido de una forma impresionante. No me refiero a mis juegos preferidos o a que hayan cambiado mi forma de ver las cosas o esté atados a ellos emocionalmente, no. Me refiero a ese momento en el que de tanto jugar a cierto tipo de juego acabas mejorado tus habilidades, como los reflejos, la agilidad mental y dáctil, todo eso.
Para los que lo están pensando ya podéis quitaros de la cabeza el decir nada de Brain Training porque los tiros no van por ahí. Os presento a mis maestros en habilidades inútiles pero dignas de enseñar a tus amigos.
El primero es el Gitaroo Man, de PS2. Fue mi primer contacto con el mundo friki musical japonés. La premisa del juego es muy simple. Tu eres un chico marginado con un perro que un día recibe superpoderes y una guitarra muy cañera y desde ese momento cada vez que la coge se transforma en el increible y atractivo Gitaroo Man. Nuestra misión es ir tocando las notas al ritmo de la canción mientras con el joystick vamos siguiendo una línea. Solo son 10 niveles pero os animo – y os reto- a jugar en Master mode. Jé.
En segundo lugar está el Osu! Tatakae Ouendan 1 y 2. Se trata de dos juegos japoneses – otra vez- para la DS en los que llevamos a un grupo de tres animadores cuya misión es hacer que la gente se motive un montón y consiga hacer lo que quiera. ¿Que cómo hacen esto? Pues animando mediante bailes y canciones conocidas – en Japón-. Vestidos con uniformes de colegio japonés (en el último nivel de dificultad se trata de cheerleaders) tendremos que ir dándole a los números en orden cuando el círculo esté justo encima de ellos. A niveles máximos la velocidad y la precisión son requisitos imprescindibles.
Y el tercero es el Katamari. No tiene nada que ver con la música y en realidad la única habilidad que me ha aportado es la de saber hacer bolas gigantes con todo objeto y persona que haya a mi paso para restaurar el firmamento y las constelaciones, ahí es ná. Para que luego digan que no se hacer nada.
Foto │ El blog de Manu
No hay comentarios:
Publicar un comentario