El catálogo de Ubisoft para este E3 viene cargado de interesantes novedades entre las que destacan la continuación de Far Cry y The Division. Por otro lado, tenemos una nueva iteración de Assassin´s y el deportivo The Crew. Por supuesto, esperamos alguna sorpresa más, pero la verdad es que con las ganas que tengo de ver ese Far Cry 4 en movimiento y The Division, me doy por satisfecho.
Far Cry 4 tiene la difícil tarea de desmarcarse de su antecesor, pero a priori, y por la imagen provisional que apunta a un dictador excéntrico, a una jungla (perdón, al Himalaya), a los deseos de una madre, y a un protagonista ajeno al lugar que se envuelto en él para salvarlo, indican que la herencia del tercero va a estar preste. En ese caso, me gustaría que, habiendo comprendido que aquello de la locura podía extenderse en el juego más allá de absurdas y alucinatorias cinemáticas, la llevaran más allá, introduciéndola en la propia jugabilidad. Fue duro creer que Vaas seguiría en la mente del protagonista una vez su encuentro se solucionó, pero en su lugar, lo cambiaron por otros enemigos a los machacar, mucho menos inspirados. Far Cry 3 tiene aún mucho margen de mejora, si la cuarta entrega decide continuar con el planteamiento de aquel, ojalá sepa esto.
The División tiene otra misión, una mucho más importante que Far Cry, y es la de ser un título de nueva generación, a muchos niveles. Primero, por presentar un sistema combinado de single y multi player que ya se dejó ver en la generación pasada y que en este tiene que despuntar; también por presentar un motor gráfico que permite cosas tan interesantes como abrir un maletín, estirar las manos, investigar el arma y quedarnos con ella, sin fundidos en negro, resúmenes visuales ni pamplinas que condenen el arma a acabar en un menú, sin más. También por algo que los gráficos de este nivel confieren: la mezcla de géneros. La vida real no es acción o terror o comedia, lo es todo a la vez.
The Division también apuesta por ello, combinando secuencias en las que imperan los tiroteos puros, pero mezclándolo con gestión, y el terror que inspiran los oscuros interiores. Sí, Far Cry 4 es interesante por el juego que trae detrás, pero The Division lo es por ser un proyecto que pinta maravilloso y acorde con los tiempos que se avecinan; además me fascinan las tonterías como que cada bala impacte en cada lugar concreto de un objeto y este reaccione en función de dicho hit.
En cuanto a los otro dos, Unity y The Crew, uno significará el salto de la longeva saga de Ubisoft a los nuevos tiempos, en un periodo histórico solicitado por muchos, pero de la que no aguardo cambios significativos. En cuanto a The Crew, y como también le toca a The Division, ha de presentar batalla con una propuesta también multijugador de mundo abierto, la que empieza a convertirse en la propuesta estrella de PS4 y Xbox One; y yo que lo celebro. El nueve de junio sabremos más.
¿Qué pasa con China y los videojuegos?
Hay algo que debo respetar de Battlefield 4 por delante de sus terribles bugs, del mal trabajo de relaciones públicas que han hecho DICE y EA con los susodichos y del cachondeíto generalizado que es el lanzamiento de sus DLCs de pago pese a que el juego sigue roto: introdujeron a China como país dentro de un conflicto armado de una forma elegante, suave y bastante inteligente: poniéndola a la vez como enemiga y como amiga.
Por eso me pregunto, ¿por qué no se la utiliza más? Yo al menos estoy cansado de ver juegos donde Rusia es la mala más mala de la historia y que tienen que crear distopías imposibles en las que sigue siendo un eje armado que lucha contra EEUU. Y sin embargo, ignoran a un país mucho más poderoso y teóricamente temible como es China, que está al lado y que tiene más población para mandar a la guerra digital que nadie.
Se ve que las compañías de videojuegos no tienen valor para tocar un tema que puede ser más o menos espinoso. Como país comunista con censura, condenas a muerte arbitrarias y un acceso muy limitado a la información, parece que el país que si salta mueve la Tierra es un reflejo demasiado tenebroso de la democracia estadounidense como para introducirla en un videojuego, que por lo general, como medio, suele hacer un reflejo bastante amable de la realidad que vivimos, incluso cuando quiere ser crudo.
También se podría tirar por el otro lado, ojo. Ejemplos como Sleeping Dogs ponen en evidencia que su cultura se puede tratar, incluso pese a los tópicos, de una forma interesante y como punto de partida para hacer algo diferente. Shenmue, tan llorado como es, también era querido por ese ambiente extraño para el jugador.
Los videojuegos deberían seguir el camino de Hollywood en este sentido. No es que la industria del cine refleje demasiado bien el país tampoco, pero están intentando meterse de lleno por la potencial audiencia del país. Iron Man 3 fue una coproducción con China (sí, alucinante) y tuvo escenas propias para la república popular. ¿Quizá la industria del videojuego siga este mismo camino? Yo al menos me muero de ver las escenas añadidas para el público chino...
Los remakes no deberían tener tanto peso
Hace poco se ha sabido que la saga Metro iba a tener un remake para la nueva generación, y unas semanas atrás se supo que The Last of Us haría lo propio. En base a lo que he visto, mucha gente con una PlayStation 4 no se compró una PlayStation 3 en su día, pero lejos de esa limitada justificación me gustaría hablar sobre mi problema con los remakes.
Hace no mucho el Blu-Ray era algo nuevo y fascinante y recuerdo haber visto una noticia sobre cómo estaban remasterizando por enésima vez Tiburón para que pudiéramos disfrutar de ese animatronic tan catastrófico en Full HD, pero ahora es algo que se da por sentado. Tengo Scarface en Blu-Ray porque claro que debería estar disponible así, y Tiempos Modernos de Chaplin está en Blu-Ray porque tiene todo el sentido del mundo. Con cada salto tecnológico acaba traduciéndose, si no todas, la gran mayoría de las películas, y quizá dentro de diez años no me encuentre con Huevo, Leche y Miel en Blu-Ray, pero sí tendré otros tantos miles de películas disponibles. Es algo que simplemente ocurre.
Con los videojuegos debería ser algo así.
En la era de las compras digitales y el almacenamiento en la nube, de subscripciones obligadas a Xbox Live Gold y PlayStation Plus, deberíamos dar por sentado que la gran mayoría de los títulos, aunque sean los más importantes, acabarán estando disponibles para descargar, pero por desgracia nos han acostumbrado a los remakes en HD con Metal Gear Solid, Devil May Cry, ICO y Shadow of the Colossus, Jak & Daxter y tantos otros más. Ahora son un evento. “Kingdom Hearts HD 2.5 Remix estará disponible algún día ¡qué bien!” Pero no tenemos en cuenta que este es un título que salió hace ocho años y que debería llevar desde el principio en la tienda online de Sony. Y diréis que cuesta traducir el código de cada consola para adaptarlo al software, a lo que responderé que precisamente por eso hay tan pocos emuladores en este mundo. Para cualquier sistema operativo hay todo un abanico de posibilidades: hasta mi Smartphone tiene un emulador de la Super Nintendo ¿tanto puede costar convertir el código o crear una partición del software similar a las consolas virtuales? Aunque sea un add-on que cueste dinero, me da igual, pero estas cosas deberíamos darlas por sentadas.
Pero en segundo lugar, The Last of Us y Metro: Last Light salieron el año pasado ¿hay tanta necesidad de hacer una revisión para venderlos en PS4? Y no van a ser un lavado de cada ni nada parecido: sólo se verán en alta definición y quizá con una tasa de frames mayor. Puede parecer que me estoy quejando por una mejora, pero imaginad cómo sería ver El Gabinete del Doctor Caligari en Full HD: se vería el cartón piedra de los escenarios (todavía más) y su atmósfera perdería la gracia. Voy a ser simple y sacar el remake de Silent Hill 2 y Silent Hill 3, que se obsesionó tanto por poner texturas en alta definición que acabó eliminando la niebla, uno de sus elementos más atmosféricos. Incluso si lo pusieras todo bien en HD, parte de la magia de esos monstruos es que no consigues verlos del todo: es un diseño visual casi impresionista, que sugiere sin llegar a definir ¿tanto les habría costado subir The Last of Us o Metro tal y como estaban la pasada generación? No se ven nada mal.
Y continuando por ese camino, me gustaría decir que ni aunque rehicieran sus gráficos estaría contento del todo. Los remakes visuales o incluso mecánicos de Halo Anniversary, Final Fantasy IV o Fable Anniversary son una espada de doble filo: se ven muy bien, desde luego, y es agradable ver una representación más fiel de lo que los autores pretendían conseguir con sus juegos o revisar la obra con algunos fallos corregidos teniendo en cuenta el pasado. Sin embargo, me remitiré a Star Wars: la magia de ver la trilogía original, además de disfrutar de una de las piezas de ciencia ficción más influyentes del siglo, es ver cómo el equipo de George Lucas luchó contra las limitaciones técnicas de la época. Es ver esos disfraces de alienígena tan cutres, las escenas de batalla recreadas en una maqueta. Si rehicieran 2001: Una Odisea del Espacio plano por plano y sustituyeran las naves por efectos digitales, se perdería parte del encanto de ver esas pinturas y recreaciones sustituyendo el 3D o contemplar la estación espacial girando en el vacío y preguntarse “¿cómo lo hicieron?” Volviendo a Silent Hill, si hicieran un remake con gráficos de última generación podría verse genial, estoy seguro, pero se perdería la magia de descubrir cómo fue un juego tan revolucionario al dar el paso con escenarios generados en tiempo real para hacer juegos de cámara, utilizando las sombras y la niebla para generar atmósfera y permitirse tener más potencia gráfica.
Me gusta que se mantenga un registro del pasado y está bien que se les de un buen trato a las obras de antaño, pero los remakes me parece que están fuera de lugar porque, primero, la mayoría de los títulos que rehacen no suelen llegar a los diez años de antigüedad y, segundo, quita esa magia de tener la obra tal y como se concibió en su momento. Es parte de la magia de la creación. Obras como The Last of Us en la PS4 deberían ser algo que diésemos por sentado y ya estuviera ahí, no un evento que generase noticias para ver cómo lucirá a una definición ligeramente mayor.
Llega el realismo al mostrar Watch Dogs
Watch Dogs está al caer. En cuanto pase este fin de semana muchos usuarios entusiasmados estarán poniéndole las manos encima, aunque la propia Ubisoft no se ha molestado en ocultar que mucho mejor en PlayStation 4 que en ninguna otra plataforma, pero salvo por aquel polémico tráiler que empezó a hacer rodar el engranaje del 'downgradegate', nunca se ha sabido nada de cómo se verá en Xbox 360 y PlayStation 3, hasta ahora.
Ha sido a través de una filtración, sí, muchos ya están 'disfrutando' del juegos de formas no legales en su versión de Xbox 360, y con ello nos están ahorrando un trabajo a nosotros y un disgusto a los usuarios despistados que aún piensen que se va a ver mucho mejor que Grand Theft Auto V. Ni de lejos.
Los vídeos de gameplay van siendo retirados poco a poco por una Ubisoft que no quiere mostrar la realidad, pero no hay más que buscar un poco por la red para ver enlaces como éste (o éste, o éste, o éste) en los que se muestran breves gameplays reales que poco o nada tiene que ver con lo que se anunciará a partir del martes 27 por televisión.
Hay mucha gente indignada. Mucha gente esperando que se viese al menos igual que Grand Theft Auto V, y más aún teniendo en cuenta que el mapa es menos extenso. Pero también es verdad que Rockstar hizo el trabajo dedicado expresamente a Xbox 360 y PlayStation 3. Y aunque ya se sabía que Watch Dogs lucirá mejor de noche que de día, lo visto en Xbox 360 no lo deja a muy buen nivel, no como el producto casi revolucionario que se espera (o que se nos vendió), aunque al menos ya sabemos gracias a muchos otros sandbox que el aspecto técnico no es lo más importante, aunque ayuda.
Ayuda no tener que recorrer una ciudad en la que pareces sufrir una miopía constante, con una línea de dibujado no muy extensa y que a partir de la poca distancia se vuelve borrosa (y totalmente carente de detalles si vamos con cierta velocidad), ayuda que el cielo no esté completamente vacío, casi tanto como las calles, y todo con esa extraña neblina que bien pretende disimular lo que podría ser peor.
En general, parece que las versiones inferiores no tendrán todo ese tipo de pequeños detalles que han hecho que Watch Dogs destaque por encima de Sleeping Dogs o Saints Row, y es una pena que al final vaya a quedarse en otro juego de ir de A a B para ver una secuencia, disparar un poco y luego ir de B a C, y además de genérico, feo. Os contaremos cuando la versión next-gen 'de verdad' asome la cabeza.
Fuente mundogamers.com
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